Prohíben el uso y comercialización de pirotecnia en Colonia Caroya

De manera unánime quedó aprobada la ordenanza que prohíbe la tenencia, el uso, fabricación, comercialización, depósito y venta al público, mayorista o minorista o cualquier otra modalidad pirotecnia en nuestra ciudad.

Al momento de la votación la edil de Proyecto Caroya,  Cecilia Migotti destacó: “Estamos sentando precedencia de un trabajo en conjunto para aprobar una norma entre los tres municipios (Colonia Caroya, Jesús María y Sinsacate). Cabe aclarar, continuó Migotti que en este proceso se presentaron opiniones diversas  pero primó el consenso y el bien público.

El incumplimiento de la ordenanza derivará en el correspondiente decomiso y destrucción de los elementos de fuegos de artificio y/o de pirotecnia por parte de las autoridades competentes,  y la aplicación de una sanción equivalente de hasta  quinientas (500) unidades de multa en la primera infracción y clausura de treinta (30) a sesenta (60) días, en caso de tratarse de infracciones por parte de locales comerciales.

La excepción de la norma es que sólo se permitirá la utilización de fuegos de artificio y/o elementos de pirotecnia, de carácter preeminentemente lumínico y con estruendo mínimo, en aquellos eventos destinados a entretenimientos de la comunidad o conmemorativos especiales, tanto públicos como privados de acceso público. Para dicho uso deberá contar con habilitación  municipal correspondiente

La ordenanza entrará en vigencia a partir del 30 de junio de 2017. Al respecto Melisa Díaz Heredia (Proyecto Caroya) agregó “considero que sería importante que esta norma rija a partir del momento de su aprobación y reglamentación.  El Estado municipal debe ser un ejemplo a seguir y ser el primero en cumplir la norma.”

Por su parte el concejal Amílcar Ñañez del Bloque UCR destacó que esta nueva legislación “debe ser en beneficio de todos y no en perjuicio de unos pocos.”

 

En general los ediles consideraron que el cambio en los usos y costumbres tan arraigadas lleva un proceso gradual  y que siempre debe primar la salud y el beneficio público.